Tenerife evalúa los numerosos daños causados por las lluvias torrenciales
  • hace 5 años
Con el barranco ya seco, la imagen es desoladora en Los Realejos, Tenerife: hoy se podían ver coches atravesados, engullidos por el fango, y reducidos a un amasijo de hierros. En otras palabras, una ruina para los vecinos que intentan salir adelante como pueden. El lodo ha echado a perder muchas viviendas. Se ha metido hasta las casas, y ha taponado las tuberías. En algunas zonas se han quedado sin agua potable y en varios institutos no han podido impartir clases. Los vecinos de los Realejos y la Oratava son los más castigados, pero las lluvias torrenciales han dejado su rastro catastrófico por todas partes.
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