Italia cierra una campaña electoral protagonizada por el desánimo popular

Los políticos italianos cierran hoy su campaña electoral. El domingo y el lunes próximos los italianos elegirán un nuevo Gobierno apenas dos años después haber colocado a Romano Prodi al frente del país. Los sondeos vaticinan una victoria de Silvio Berlusconi en un país donde la crisis y el hastío hacen mella en la población. El líder del centro derecha goza de una ventaja de entre 5 y 8 puntos sobre el líder del centro-izquierda, Walter Veltroni.  En esta campaña, el empresario multimillonario Berlusconi ha ofrecido pocas propuestas a los electores. Más bien se ha dedicado a insultar y a atacar a Veltroni, quien, en cambio, se se ha centrado en ofrecer un cambio, siempre moderado, y ha huido de los insultos.Un cambio es lo que claman todos los sectores en Italia. El país está inmerso en una crisis generalizada que afecta a la política, la economía, la salud, la educación, los transportes e incluso a la moral. Todos piden reformas que ningún político se atreve a realizar por falta de valentía o por falta de poder y apoyos. Todos tienen las manos atadas por sus compromisos. La población es llamada continuamente al voto mientras el país permanece anclado y pasivo y sobreviviendo por inercia y el esfuerzo de la población.