Los jugadores del Levante UD y cerca de 200 aficionados se concentraron a las ocho de la tarde de ayer en el exterior del estadio Ciudad de Valencia para exigir a la directiva del club una solución inmediata porque la situación es ya insostenible. Plantilla y afición se han unido para pedir la dimisión de la directiva ante su incapacidad y su mala gestión, que han llevado al club al límite de la ruina. Ni la lluvia ha podido callar las voces de los aficionados que coreaban 'Villarroel, Carabanchel'.Uno de los capitanes del equipo, Luis Rubiales, ha afirmado que esperan recibir el lunes una llamada del presidente para decirles que cobrarán lo que el club les debe. Además, la plantilla está dispuesta, incluso, a ser ellos los que negocien con las entidades bancarias.