Las milicias del grupo chií Hizbolá mantienen este sábado bajo control la parte oeste de Beirut. Esta es la zona de mayoría musulmana de la capital libanesa, que ayer Hezbolá tomó en una muestra de fuerza frente al gobierno. El ejército se ha desplegado en algunas áreas y los milicianos se mantienen alejados de los edificio gubernamentales para evitar un choque con los militares. El aeropuerto continúa cerrado y el tráfico en la ciudad era escaso. Los enfrentamientos armados se iniciaron cuando el gobierno anunció que iba a desmantelar la extensa red de comunicaciones de Hizbola. En los cuatro días de lucha han muerto 18 personas y más de una treintena han resultado heridas. Algunos miembros de la coalición gubernamental anti-Siria han hecho un llamamiento al diálogo, mientras que Arabia Saudí y Egipto han pedido una reunión de los ministros de exteriores árabes. Por su parte, Estados Unidos, que considera a Hezbolá un grupo terrorista apoyado por Irán y Siria, ha hablado de posibles medidas "contra los responsables de la violencia".