El presidente estadounidense George W. Bush, que se encuentra en China con motivo de los Juegos Olímpicos, se ha reunido con el presidente chino Hu Jintao el domingo por la tarde. El viaje de Bush a Pekín ha sido un acto donde se ha representado como solamente otro admirador deportivo en las Olimpiadas - ha visto como el nadador Michael Phelps ganaba el oro - dando un aviso a China para mejorar su registro internacionalmente criticado sobre derechos humanos. El presidente estadounidense repetidamente decía que él únicamente se reúne con Hu para hablar de derechos humanos así como libertad de expresión y religión en China. Hu felicitó a Bush por el triunfo de Phelps y también expresó sus condolencias por la muerte de un turista americano el sábado, pariente del entrenador de un entrenador olímpico que fue asesinado por un ataque de cuchillo. A pesar del rechazo de China, Bush, un practicante frecuente con una base fuerte entre fundamentalistas cristianosn, ha hecho una reclamación de mayores derechos religiosos -un foco de sus esfuerzos para engatusar China hacia reformas democráticas. Él rezó en una iglesia de Pekín el domingo por la mañana. Los derechos abogan un poco de quien había impulsado a Bush a boicotear los Juegos, haberlo regañado para hablar claro y más convincentemente sobre la situación de derechos humanos en China y las medidas sobre desacuerdos en la carrera a las Olimpiadas.