La policía se ha organizado para cubrir cada rincón del barrio almeriense de las 200 viviendas. A Roquetas  llegaban más de 100 agentes para guardar el orden en unas calles, esta vez, más silenciosas, ajenas a la violencia de las dos noches anteriores. Los vecinos senegaleses afirman que durante esta madrugada hay mucha policía y está todo tranquilo, "no pasa nada". Sus amigos siguen recordando al al senegalés fallecido y exigiendo que detengan a su asesino, afirman que no fue un gitano quien lo mató, sino un "español muy mafioso".  Los más cercanos al fallecido insisten en que nada tenía que ver con las drogas, que murió cuando salió para llamar a su familia.. La investigación no descarta ninguna hipótesis. La que más fuerza ha cobrado apunta a que la pelea sí fue por un ajuste de cuentas pero que el  senegalés sólo actuó como mediador .