Estos globos-sonda, son una pieza clave en el estudio del cambio climático. Serán utilizados por científicos chilenos para medir las propiedades ópticas de las nubes en la península antártica, una zona que está siendo muy afectada por el calentamiento global y el agujero de la capa de ozono. La medición forma parte de una iniciativa global destinada a caracterizar las atmósferas de la Antártida y el Ártico. El objetivo es ver cómo los polos se están amplificando, los efectos del cambio climático en todo el mundo, y con ello mejorar los pronósticos meteorológicos.” Raúl Cordero, líder del grupo de investigación

Antártica, de la Universidad de Santiago, explica: “Los frentes donde se libra la batalla para mejor entender el cambio climático son los polos. Entonces, el ártico y la antártica son los lugares que finalmente determinan las anomalías climáticas que se esperan en las
próximas décadas en todos los hemisferios. Estudiar el cambio climático en la antártica es necesario para mejor entendimiento del futuro.” Las investigaciones han mostrado hasta ahora que la Antártida se está calentando más lento que la línea del Ecuador, los investigadores esperan que la diferencia de temperatura se siga extendiendo como consecuencia del cambio climático, y con ello la intensidad de los vientos antárticos que arrastran hacia las costas de la Antártida aguas más cálidas de lo normal. Esto favorece la
aceleración del derretimiento de los hielos, lo que ha contribuido a incrementar el nivel del mar de todo el mundo. En chile los radios ondas y globos meteorológicos serán lanzados a partir de noviembre de este año hasta marzo de 2019. (AFP)