Los jóvenes cubanos se lanzan al rescate tras el tornado

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La Habana, 15 feb (EFE).- Leonel, de 91 años, y su esposa Pirita, de 74, toman café en su vivienda del barrio de Lawton, al sureste de La Habana. El pavimento de losas y la pared color pastel adivinan lo que fue su habitación. Los otros tres tabiques, junto con el tejado, se los llevó el mayor tornado visto en tiempos recientes en Cuba.
 
Ocurrió en menos de un minuto. Un zumbido como el de la turbina de un avión y después el caos. Cayeron las paredes y el techo en una lluvia de escombros que por milagro solo ocasionaron leves heridas a Leonel. El anciano agradece estar vivo pero lamenta haber perdido la mayoría de sus posesiones y recuerdos: "pasar toda una vida, llegar a 91 años, ya en el ocaso, y te encuentras esto", solloza.
 
Imágenes: Felipe Borrego. Edición y locución: Ana Gabriela Santamaría.
 
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