Buceo: Historia de un invento

  • hace 6 años
Existen pruebas de que el buceo en apnea ha sido practicado durante miles de años para conseguir alimentos o riquezas (perlas o coral, por ejemplo) y también con fines militares. El buceo con escafandra, utilizando casco y respirando aire suministrado desde superficie, se empezó a desarrollar a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII pero sobre todo a partir de comienzos del siglo XIX y hoy en día continúa recurriendo a técnicas similares. No obstante la escafandra limita la movilidad del buceador porque éste se mantiene conectado a la superficie por una manguera de aire. La búsqueda de la autonomía por parte de los inventores (el buceo autónomo es aquel que no requiere conexión alguna con la superficie) produjo a lo largo del siglo XIX algunos inventos de eficacia limitada, siendo el más notable de ellos el regulador Rouquayrol-Denayrouze que Julio Verne menciona en su novela Veinte mil leguas de viaje submarino. Pero no fue hasta 1942 que la tecnología iba a dar un salto de gigante y permitir definitivamente que el hombre pudiese bucear con total independencia de la superficie. En ese año Émile Gagnan (ingeniero empleado en Air Liquide, empresa de París especializada en gases comprimidos) miniaturizó un regulador Rouquayrol-Denayrouze para adaptarlo a los motores gasógenos de los automóviles, pues los alemanes ocupaban Francia y confiscaban toda la gasolina. Henri Melchior, suegro de Jacques-Yves Cousteau y propietario de Air Liquide, pensó entonces que ese regulador podía serle útil a su yerno Cousteau. Melchior sabía que este último intentaba poner a punto un sistema de respiración subacuática que concediera plena autonomía al buceador.

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