Los bombones venezolanos de un chocolatero holandés
  • hace 6 años
Sander Koenen tienen en su taller apostado en Baruta de Caracas unas máquinas de los años 70 con las que aprendió a hacer bombones en su Holanda natal. ¨En una oportunidad volví a mi escuela y las estaban vendiendo. Decidí comprarlas y traerlas a Venezuela¨. En ellas muele artesanalmente las almendras para el mazapán, hace su propia gianduia y lo necesario para lograr bombones venezolanos en los que pone en práctica su formación holandesa.

Sander es hijo y nIeto de chocolateros. ¨Mi cuna estaba en la chocolatería de mis padres. Crecí entre chocolates¨ comparte quien es parte de la tercera generación en estos esmeros. Su abuelo aprendió luego de la segunda Guerra mundial gracias a los viajes a Bélgica, sus tíos elaboran máquinas para procesar chocolate y sus padres tenían su propia chocolatería. Cuando Sander se graduó luego de cinco años de estudios en pastelería y chocolatería en su Holanda natal, quiso explorar el mundo, apostó por el país del mejor cacao y en 1994 comenzó como maestro chocolatero de la bombonería La Praline en Caracas.

Hace cerca más de 15 años decidió apostar por su propia línea en Caracas, la bautizó Sander y comenzó a elaborar bombones venezolanos que aprovechan también frutas y especias de esta tierra: la sarrapia que crece al sur de Venezuela, frutas como la parchita y hasta hierbas. ¨Algunos bombones me gusta que recuerden a las especias que se usan en las bolas de cacao que se hacen en el país´. En la tienda Iskia apostada en Las Mercedes tiene desde hace 13 años su propio espacio donde también ofrece su línea de tabletas.

Aquí reivindica los puntos a favor de trabajar con chocolate en Venezuela. ¨La gran ventaja es la variedad de cacao que hay. En otros países hay excelente cacao pero ninguno tiene la variedad de sabores y aromas de acá´.
*En Instagram está como @sanderchocolatier. Sus bombones y tabletas se consiguen en lugares como la tienda Iskia de Las Mercedes, Licoteca de Las Castellana o Cacao de origen en la hacienda La Trinidad.