Los toques de cornetín y el pregón a caballo despiertan a Valladolid el Viernes Santo

  • hace 6 años
Valladolid, 30 mar (EFE).- El toque sostenido de cornetín y los versos solemnes del soneto del pregón a caballo han despertado a Valladolid este Viernes Santo, que como sucede desde el 7 de abril de 1944 convoca a todos los ciudadanos al Sermón de las Siete Palabras que al mediodía predicará el obispo de Santander, Manuel Sánchez.
En una mañana castellana azul y fría, sin atisbo de la lluvia que se anuncia para la tarde, el ritual ha comenzado puntual, a las 8.30 de la mañana, cuando los jinetes de la cofradía de las Siete Palabras, con su pregonero al frente, Alvaro Gimeno, han recibido del cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, el apergaminado pregón.
Se trata de un soneto compuesto al efecto por el poeta argentino afincado en Valladolid Boris Rozas, que los jinetes con su clásica túnica color blanco hueso y capirotes y cíngulos rojos de la Cofradía de las Siete Palabras, llevarán por toda la ciudad para convocar a los ciudadanos al pregón del mediodía en la Plaza Mayor.
La propia puerta del Arzobispado ha sido la primera de las trece postas en las que se lee el pregón, y en la que se han congregado varias decenas de personas para escuchar bien de mañana el soneto.
Tras el oportuno toque sostenido de cornetín que anuncia el principio y final de cada posta, el habitual pregonero Alvaro Gimeno Vela, sin dejar la montura, ha proseguido entonando de viva voz el soneto, con paradas en las iglesias más representativas de la capital como San Pablo o la Catedral, pero también en el Clínico de Valladolid, la Academia de Caballería o la Plaza de Colón, con la Iglesia de Santiago Apostol, sede de la cofradía de las Siete Palabras, como penúltima parada..
"¡Cofrades, Cristianos, es Viernes Santo! cese el viento en su invernal plegaria, por este honor nos gana el Sacramento de aquél que nos amara en la palabra, viniera a recogernos en lamento salváranos al fin, de madrugada", ha clamado el pregonero recogiendo una de las estrofas del soneto.
Esta tradición procesional se remonta al 7 de abril de 1944, fecha desde la que en cada Viernes Santo o de la Cruz, un grupo de cofrades de las Siete Palabras a caballo convocan a los fieles desde primeras horas de la mañana para asistir al Sermón que se pronuncia en la Plaza Mayor, siguiendo las costumbres de los siglos XVI y XVII.
Tras la penúltima parada, en las inmediaciones de la Iglesia de Santiago, los jinetes, acompañados del resto de los cofrades y de los siete pasos correspondientes a las siete últimas palabras que Cristo dijo en la cruz, desfilarán hasta la Plaza Mayor donde de hace la última lectura del pregón, antes de que el obispo de Santander dé lectura al sermón de las siete palabras, las últimas que dijo Jesús en la cruz antes de expirar.
En esta procesión participan todos los hermanos de las veinte cofradías de Valladolid, único acto en el que esto sucede junto con la procesión general de este Viernes Santo, que desde las 19,30 horas recorrerá hoy el centro de la ciudad para reviv

Recomendada