Sorolla y la moda, un diálogo entre pintura y vestidos de la Belle Époque

  • hace 6 años
Madrid, 11 feb (EFE).- En una época en la que no estaba extendida la fotografía, Sorolla plasmó en sus cuadros a su familia y a la clase pudiente en un inesperado 'instagram'. "Era un 'influencer' que creó tendencia en la moda", asegura a Efe el comisario de la exposición que se inaugura el martes, Eloy Martínez de la Pera.
 
'Clotilde García del Castillo', 'Clotilde con mantilla negra', 'Clotilde con gato y perro', 'Clotilde vestida de blanco', 'Clotilde en la playa', 'Clotilde sentada en un sofá'... son algunos de los 70 retratos firmados por Sorolla que colgarán en las salas del Museo Thyssen y del Museo Sorolla entre el 13 de febrero y el 27 de mayo.
Lo novedoso y totalmente inédito es que gracias a un trabajo de investigación en los archivos de museos de todo el mundo, los cuadros del "magnífico Sorolla retratista" se exponen junto a 60 vestidos y complementos iguales o muy parecidos a los que aparecen en los lienzos, fechados en el mismo periodo que las pinturas.
En pleno proceso de montaje, Martínez de la Pera explica a Efe la complejidad de esta exposición, que abarca de 1890 a 1920 y que está dividida en cuatro bloques: 'El Sorolla íntimo', 'El retrato de encargo', 'El veraneo elegante' y 'El París moderno'.
"Han sido tres años y medio de trabajo pero la mayor dificultad ha estado en conseguir los préstamos de unos 35 trajes, necesarios para recrear este sueño y darle magia, por no hablar de lo complicado que ha sido traer cuadros de más de dos metros desde la otra punta del mundo. Ahora todo empieza a cobrar sentido", resume.
En un mundo en el que dominaban los corpiños, crinolinas y polisones, un grupo de diseñadores, encabezados por Paul Poiret, Charles Frederick Worth, Madeleine Vionnet, Louise Cheruit, y Jeanne Lanvin, decidieron que aquello era esclavitud indumentaria y apostaron por dar libertad a las costuras y dejar respirar a la mujer.
"Cuando surge la moda, que viene de modernidad, hay un cambio total en el papel de la mujer. Al desaparecer los corsés y los miriñaques, las mujeres se pueden vestir solas, salir solas. ¿Quién mejor para contarlo que Sorolla, un cosmopolita de verdad?".
Lo que 'Sorolla y la moda' quiere contar, subraya Martínez de la Pera, es que el artista "estuvo allí", que fue testigo de primera mano, gracias a sus viajes, y cronista, con sus cuadros, de lo que pasaba en la Europa finisecular.
El valenciano (1863-1923) es, asegura, el primer 'personal shopper' de la historia, un 'cool hunter' -cazador de tendencias- que le compraba a su mujer y a sus hijas la ropa en sus viajes a Londres, París o Nueva York y traía "lo más moderno que veía".
Con Sorolla, el cuerpo de la mujer empieza a ser dibujado con la propia tela, no exagerado en caderas o cintura de forma antinatural: "ensalza la feminidad pero superando esa parte objetual".
La exposición cuenta la historia de Sorolla y de su familia y permite atisbar cómo era la clase alta que podía permitirse encargarle cuadros de cuerpo entero, de la reina M

Recomendada