Un tribunal turco ha prorrogado el arresto de los dos profesores, Nuriye Gülmen y Semih Ozakça, detenidos en mayo por su presunta relación con una organización de izquierdas, considerada terrorista por el Gobierno.

Este jueves, en Ankara, al inicio del juicio, se han producido graves enfrentamientos entre la policía y manifestantes. Durante los incidentes, las fuerzas de seguridad han practicado veinte detenciones.

Ni ellos, ni tampoco sus abogados han comparecido ante el tribunal porque los letrados también han sido detenidos como explica la esposa de uno de los profesores.

“Hace dos días, detuvieron a todos los abogados del caso de Nuriye y Semih y todavía están bajo custodia policial, así que si no van a llevar a Nuriye y Semih a la cárcel, entonces parece que tendremos que ir al juzgado para que para comprobar si es que tiene la guillotina allí”, dice Esra esposa de Semih Ozakça, uno de los detenidos en huelga de hambre.

Tras perder su empleo ambos profesores se declararon en huelga de hambre en señal de protesta contra el decreto que provocó su despido. Su estado de salud es muy delicado, llevan seis meses sobreviviendo a base de líquidos y suplementos alimenticios.

Numerosas organizaciones académicas, sociales, y sindicales reclaman desde hace meses su puesta en libertad.