Los 80 - T4E11: Cuando sólo nos queda rezar

Septiembre 1986. Pedro logró embaucar a Claudia y cuando se dio cuenta de que la estaba llevando por otro lado y no podía abrir la puerta del taxi, era demasiado tarde. El supuesto hermano de Juan la apuntó con una pistola en la cabeza, secuestró y amarró despiadadamente hasta poder cumplir con su misión. Juan, por su parte, no pudo poner el recurso de protección para su hija, lo que lo hacía sentir impotente y miserable. Mientras la familia Herrera, junto a Nancy, Bruno y Exequiel, permanecían reunidos bajo el mismo techo, ante la angustiosa espera de una noticia o llamado. Cuando Juan se percató de que Pedro no estaba en la fábrica se preocupó por él y lo fue a buscar a su casa. Tocó insistentemente la puerta en busca de una respuesta, pero sus esfuerzos fueron en vano. Claudia reconoció con dolor y desesperación la voz de su padre y trató con todas sus fuerzas ser escuchada, pero tampoco lo logró. En la casa de Pedro, Claudia intenta desesperadamente que Juan la escuche, ella hace todo lo posible por gritar: ¡Papá! Pero ninguna comunicación es posible. En ese mismo instante, Martín arriesga su vida en la calle sacando imágenes de un fuerte conflicto en una embajada y sólo se esmera en hacer bien su trabajo sin importar las consecuencias. Luego de esperar un buen rato, Juan decide dejarle una nota a su "hermano" y se va muy preocupado. Claudia observa a lo lejos este momento y piensa que ya está todo perdido. Pedro, en tanto, llega con otros hombres hasta la casa que se esconde Gabriel. Él los enfrenta a disparos y comienza un fuerte tiroteo, los hombres le gritan que se rinda porque se acabó todo. En ese minuto, Gabriel sabe que no tiene escapatoria y recuerda su última conversación con Claudia.