"El gordo Tinelli" adora en cuerpo y mente a San La Muerte

  • hace 7 años
Cuando Marcelo Pellegrino salió de la cárcel, su vida cambió para siempre. Y no por el proceso terrorífico que significó para él la prisión sino porque encontró el motivo de su vida: ser devoto de San La Muerte. Tiene el cuerpo atestado de caras de San la Muerte, incluso en su propia cabeza que decora la falta de pelo. Y hasta un San La Muerte incrustado bajo de su bíceps hecho de huesos de un niño muerto. Todas sus acciones se basan en la aceptación o el rechazo de quien el llama “su santo”.

Además de dedicar su vida al santo es empleado municipal de la localidad de Bella Vista donde reside, en una casa que cuenta con un santuario, una cama, una mesa y una heladera.

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