8.000 supervivientes de la batalla de Raqa acogidos en el campo de Ain Issa

  • hace 7 años
La cruenta guerra en Siria continúa, y son los supervivientes, los civiles que huyen de las principales ciudades escenario de los combates, quienes cuentan sus experiencias bajo el dictado del autoproclamado Estado Islámico.

El campo de refugiados de Ain Issa, situado al norte de Raqa, acoge a unas 8.000 personas: “Abandonamos Deir al Zor el pasado día dos de este mes. Hemos estado más de una semana en la carretera. Atrás han quedado los aviones, los bombardeos, la destrucción, no había ni comida, ni agua, ni pan. Todos los hombres de entre 15 y 40 años eran reclutados obligatoriamente por el grupo Estado Islámico pero hemos escapado del Dáesh hasta llegar aquí. Hemos pasado toda la semana de viaje al raso, sin comida ni agua, y acabamos de llegar al campo”, explica Saker al Jasem, un ciudadano sirio desplazado de Deir al Zor.

Otro testigo de la guerra es este antiguo informático británico, Jack Holmes, reconvertido en francotirador voluntario en las milicias kurdas: “Antes de venir aquí, yo estaba haciendo mi vida normal como cualquiera en su casa. Arreglaba ordenadores, pintaba, hacía todo ese tipo de cosas, hasta que decidí venir y unirme a las fuerzas kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG), quería luchar contra el diablo en Siria, y sí tan simple como real”.

La ofensiva prosigue en dos frentes. Uno en Raqa, el bastión del autoproclamado Estado Islámico, con la alianza que forman las llamadas Fuerzas de Siria Democrática (FSD), con las milicias kurdas y el apoyo de Estados Unidos. Otro en la provincia de Homs, camino de Deir al Zor, con las fuerzas leales a Bachar al Asad.

Con Reuters, AP, EFE

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