Detrás de la Razón - A dónde van a parar los impuestos de los ciudadanos de Estados Unidos
  • hace 7 años
Cuando el rey saudí Salman bin Abdulaziz Al Saud anunció que atacaría Yemen, la Casa Blanca inmediatamente dijo yo, yo te doy todo lo que necesites.

Desde entonces, Estados Unidos provee de algo indispensable para que los saudíes maten a los yemeníes.

Con sus aviones cisterna que no tiene Arabia Saudí, Estados Unidos provee de combustible, en el aire, en pleno vuelo, a los aviones saudíes que bombardean Yemen, y así, los saudíes no tienen que perder tiempo ni dinero en regresar hasta la base aérea en Arabia Saudí para reabastecerse, en vez de seguir destrozando y matando más yemeníes.

Estados Unidos también provee un paquete militar a régimen de Riad, de inteligencia y logística para atacar Yemen. Hoy se cumplen dos años de este genocidio donde han muerto más de 12 000 inocentes, porque son civiles, sin armas, donde el panorama son ruinas y la cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desesperantes.

Miles de niños muertos y millones por morir, 2.2 millones en peligro de perecer de hambre. 15 millones de personas no tienen acceso a medicinas, doctores, hospitales, y curaciones, porque no hay. Es más de la mitad de todo el país.

Es una catástrofe humanitaria. Es lo que ha dejado la agresión saudí, con ayuda un poco tras bambalinas de los Estados Unidos. Además los países árabes del Golfo Pérsico se le han unido a los saudíes porque es una guerra de bajo peligro.

Desde el cielo se bombardea a los yemeníes sin ensuciarse las manos, dejando regueros de sangre y destrucción en el país más pobre del mundo árabe y el de más desgracia del mundo entero según el último reporte de la ONU, en crisis humanas.

Así se involucran las fuerzas de Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde está Dubái, o Catar y Kuwait. Recuerdo en abril del 2015, al príncipe Al-Walid bin Talal, que prometió 100 carísimos coches Bentley a los pilotos que más mataron yemeníes y destruyeron sus edificaciones.

Comportamientos de la bestialidad de poder y de inexistente conciencia por el respeto de la vida. Así y de esa forma se ha bombardeado a discreción Yemen, en especial al movimiento popular Ansarolá al cual rechazan por querer instaurar un gobierno democrático libre de la influencia de la monarquía de Arabia Saudí.

720 días de agresión de Riad contra su vecino Yemen. 200 millones de dólares al día los saudíes se gastan en atacar, la pregunta lógica:

¿Cuál es el beneficio que obtiene Arabia Saudí de seguir bombardeando Yemen? ¿Qué busca con destruir Yemen? ¿Por qué en 2 años de ataque no ha ganado la guerra? ¿Es una guerra de poder, de capricho, estratégica, política?

El año pasado el senador John McCain apuntó que era muy importante seguir vendiendo armas a Arabia Saudí, justo por el acuerdo nuclear con Irán.

Porque aunque no tuvieran evidencia directa de que Irán apoyaba al movimiento popular yemení, el apoyo a Arabia Saudí era un mensaje de que EE.UU. estaba del lado de los países del Golfo Pérsico y que no dejaría que se desequilibraran los poderes en la región.

Leer esto es dramático, ¿Quiere decir que Yemen es el símbolo de no ceder? Sin importar la muerte de los niños. En Detrás de la Razón, preguntamos. Apoyamos la idea de justicia en cada quién y cuestionamos todo. Los analistas contestan y usted en su casa concluye.

Si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es descubrir los ángulos que no dicen los gobiernos ni los medios de comunicación. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete de la tarde; Madrid, ocho de la tarde, México a las 12 y Colombia, una de la tarde.

Por Roberto de la Madrid
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