Inmigrantes y refugiados retenidos a su llegada a Estados Unidos

  • hace 7 años
Una cascada de reacciones y consecuencias han seguido a la firma de Donald Trump del decreto por el que cierra las fronteras estadounidenses a todos los refugiados y a los inmigrantes de varios países de mayoría musulmana.

El efecto de la medida ha sido inmediato. Las autoridades egipcias han impedido a una familia iraquí de cinco miembros volar a Nueva York pese a que tenían visado. Otros emigrantes y refugiados han sido detenidos a su llegada a Estados Unidos. La aerolínea Qatar Airlines ya advierte a sus pasajeros de Irán, Irak, Siria, Somalia, Sudán, Yemen y Libia de que no podrán entrar en territorio estadounidense sin una green card o un visado diplomático.

Amnistía Internacional ha reclamado la retirada inmediata del polémico decreto.

“En un momento en el que sufrimos una crisis mundial de refugiados, el presidente Trump ha impuesto un veto a todos los refugiados sirios y acabado con la acogida de refugiados en Estados Unidos. Las consecuencias de este decreto son estremecedoras, impactantes y debería ser retirado de inmediato”, dice Audrey Gaughran de Amnistía Internacional.

Leonard Doyle, portavoz de la Organización Mundial de la Migración, invita a otros países a intensificar su política de acogida de refugiados.

“Por supuesto que esto va a afectar a personas en situación de riesgo. Pero esta es la oportunidad de que otros países intensifiquen sus políticas de acogida. En lugar de criticar a la administración estadounidense, dejemos que otros países den un paso adelante y sean tan generosos como lo ha sido Estados Unidos durante décadas”.

La noticia del cierre de fronteras estadounidenses ha corrido como la pólvora por los campos de refugiados de muchos países. En uno de ellos, en el valle de Bekaa, en Líbano, Abu Ayman, un sirio, se lamenta: “Esto es injusto, ¿a dónde vamos a ir? Hemos escapado de la guerra y de los bombardeos, y al final, él (Donald Trump) nos rechaza. ¿A dónde vamos a ir?”.

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