Alien, el octavo pasajero (Alien, Ridley Scott, 1979)
  • hace 7 años
Stephen King solo dirigió una película, pero merece un puesto en la lista como el creador de horror más adaptado al cine en la historia.

Su predilecta es la de muchos, y aunque algunos se la quieran llevar al terreno de la ciencia ficción, para él “es cine de terror, incluso siendo más sólida en su proyección científica que Star Wars. Es un relato sobrenatural, Lovecraft en el espacio, con la humanidad viajando hacia los primigenios y no al revés”.

Por razones de presupuesto, y porque estamos hablando del año 1979, donde no estaba tan de moda gastarse millones en decorados, la mayor parte de los interiores de la nave Nostromo se rodaron en un cementerio de aviones, ya que así permitía al equipo de producción reforzar el presupuesto para el alíen y para los efectos especiales de la película, sobre todo para las tomas exteriores de Nostromo, que según una entrevista con motivo del estreno de Alien 2, fue una de las partes más caras del filme

Para aumentar la tensión en la película, Ridley Scott decidió que la toma en la que el Alien sale por primera vez del pecho fuera filmada con cuatro cámaras al mismo tiempo y no se comunicase a los actores lo que estaba a punto de pasar, a excepción del que le sale el alien del pecho. Por esto, las reacciones de los protagonistas son tan reales, y ni siquiera la propia Veronica Cartwright sabia que le iban a tirar sangre en ese momento.

La idea original de H. R. Giger sobre el alíen era la de un animal con la piel transparente, pero ni producción ni efectos especiales pudieron recrear con suficiente realismo sin inflar el presupuesto del filme, por lo que se descartaría para posteriormente ser utilizado en otro tipo de alien: Predator.
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