Según este testimonio, en las más de dos décadas que ostentó el cargo de alcalde de la ciudad sureña de Davao, Rodrigo Duterte también ordenó el secuestro y asesinato de rivales políticos.

Edgar Matobato, supuesto exmiembro de los llamados “Escuadrones de la Muerte de Davao”, ha declarado en el marco de la investigación abierta por el Senado sobre las ejecuciones extrajudiciales ocurridas en Filipinas dentro de la campaña contra las drogas lanzada en 2016 por Duterte.

Durante la sesión, la senadora y expresidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Leila de Lima, ha conocido que ella también habría sido uno de los objetivos de Duterte. Según Matobato, los milicianos estaban listos para dispararle en un lugar al que ella finalmente no acudió, salvando así la vida.

Un catálogo de los horrores que incluye órdenes para matar a traficantes de droga, violadores o ladrones y atentar en mezquitas.

El presidente no ha reaccionado a estas acusaciones que sí ha negado su secretario de prensa.