Cámara al Hombro - Centro de Memoria, Paz y Reconciliación en Bogotá
  • hace 8 años
En el conflicto colombiano no deja de llamar la atención el carácter cíclico de la guerra. Es como si la misma guerra se repitiera una y otra vez.

Muchos asocian esto con la desmemoria de los colombianos. Se repiten las características, lo actores son víctimas o victimarios por razones muy afines. Para hacerle frente a esta situación de desmemoria, en 2012, se creó el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, un esfuerzo, sobre todo, encaminado a dignificar el papel de las víctimas.

Desde su apertura, el Centro de Memoria Paz y Reconciliación ha recibido más de 200 mil visitantes, procedentes de todas partes del país y del mundo.

La obra arquitectónica está cargada de símbolos que tienen que ver con la guerra, y fue realizada por el arquitecto Juan Pablo Ortiz, ganador del concurso convocado por la Sociedad Colombiana de Arquitectos.

Considerando que una de las causas principales del conflicto armado ha sido la propiedad de la tierra, la edificación principal fue levantada con la técnica de la “tierra pisada”, el adobe que resulta de mezclar barro, boñiga, cal y piedras, como en las construcciones de hace varios siglos.

A pesar de su invaluable importancia, la construcción del Centro de Memoria se encuentra muy deteriorada, al punto que estudios recomiendan el cierre de partes del Centro.

El actual alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, desde su primera administración tuvo algunas ideas variopintas para el lugar.

Como abrirle paso a una costosa pista de hielo o construir varias canchas sintéticas, idea que aún sigue en pie. Lo cierto es que en pocos meses ha conducido al Centro a un estado lamentable.

Sin recursos, sin mantenimiento, sin actividades, y ya casi sin funcionarios, el Centro de Memoria afronta el mal nacional que trató de contrarrestar: El del olvido.

Juan Alberto Sánchez Marín, Bogotá.
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