Análisis Global - Terrorismo, el arma de EE.UU.
- hace 8 años
Las potencias occidentales buscan presentarse como salvadores del mundo y luchar contra una nueva amenaza mundial que han denominado el ‘Terrorismo Internacional’.
Atrás quedó la supuesta ‘amenaza comunista’ por la que los países occidentales gastaron sumas impresionantes en el complejo militar-industrial. Ahora el terrorismo viene a justificar los excesivos gastos militares y la expansión de Estados Unidos y sus aliados en el mundo.
Desde tiempos inmemorables el terror ha sido el arma por excelencia utilizado por las clases dominantes y sus Estados para someter a los pueblos e imponer sus intereses a través del miedo.
Hoy día, Estados Unidos ha venido ejerciendo el terrorismo de Estado de forma directa a través de invasiones y ataques ‘preventivos’, e indirecta a través de guerras no convencionales y grupos mercenarios que son utilizados para desestabilizar y acabar con gobiernos soberanos.
Miles de imágenes hemos visto de hombres, mujeres y niños sufriendo por el terrorismo. Violaciones, horrendas masacres, desapariciones, tráfico de órganos, tráfico de reliquias históricas. Hasta el propio pueblo de EE.UU. ha sido víctima del accionar de sus gobernantes.
Apenas en el 2014 observamos cómo estos grupos terroristas exhibían la decapitación del periodista estadounidense James Foley, secuestrado mientras cubría el conflicto sirio, sus familiares tuvieron que ver por cámaras de televisión ese proceso tan horrendo, sin embargo no establecen la conexión de ese hecho con la política de formación de grupos terroristas implementado por su país.
Entre 1970 y 80, los servicios secretos occidentales entrenaron y armaron a grupos fundamentalistas islamistas en Afganistán para derrocar el Gobierno socialista de Najibullah Najibi. Estos grupos fueron recibidos en la Casa Blanca por Ronald Reagan.
Desaparecida la ‘amenaza’ que significó para Occidente la influencia y ejemplo de la Unión Soviética (URSS), Estados Unidos construyó un nuevo enemigo el ‘Terrorismo Islámico’.
Estados Unidos se sirve del terrorismo, es lo ocurrido en Libia, cuando armaron a grupos terroristas afiliados a Al-Qaeda para derrocar al Gobierno de Muamar Gaddafi en este país árabe.
La Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA, por sus siglas en inglés), confirmó que su país fue el creador del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), tal documento, se fundamentó en pruebas materiales, vídeos y confesiones de altos funcionarios estadounidenses que prueban la captación, entrenamiento, financiamiento y logística dado por la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés).
Tal afirmación fue ratificada por la exsecretaria de Estado y candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, cuando reveló en su primer libro ‘Hard Choices’ (Decisiones Difíciles) que ellos habían creado el Daesh para enfrentar al presidente Bashar al-Asad.
El inicio de los bombardeos rusos en Siria, el 30 de septiembre de 2015, logró desenmascarar la falsa coalición internacional contra el terrorismo liderado por Washington. En razón de pocos meses de bombardeo ruso en coordinación con las acciones en tierra de las tropas sirias, fue destruida la mayor parte de la infraestructura militar y armamento de los diferentes grupos terroristas.
Noticias difundidas por varios medios muestran cómo las autoridades militares iraquíes han culpado a EE.UU. de suministrar armas y municiones, manteniendo su práctica de apoyo al terrorismo.
La agencia local de noticias iraquí Almaalomah afirmó que ‘aviones estadounidenses enviaron armas y municiones a los terroristas de Daesh a través de la perturbación de los radares de la Policía de la ciudad de Hadisa, situada en la provincia de Al-Anbar, oeste de Irak’.
El informe del Instituto Británico de Defensa IHS Jane, tomado de la página oficial estadounidense, Federal Business Opportunities (FBO), afirma que Washington continúa enviando armas a Al-Qaeda y otros grupos extremistas en Siria.
Atrás quedó la supuesta ‘amenaza comunista’ por la que los países occidentales gastaron sumas impresionantes en el complejo militar-industrial. Ahora el terrorismo viene a justificar los excesivos gastos militares y la expansión de Estados Unidos y sus aliados en el mundo.
Desde tiempos inmemorables el terror ha sido el arma por excelencia utilizado por las clases dominantes y sus Estados para someter a los pueblos e imponer sus intereses a través del miedo.
Hoy día, Estados Unidos ha venido ejerciendo el terrorismo de Estado de forma directa a través de invasiones y ataques ‘preventivos’, e indirecta a través de guerras no convencionales y grupos mercenarios que son utilizados para desestabilizar y acabar con gobiernos soberanos.
Miles de imágenes hemos visto de hombres, mujeres y niños sufriendo por el terrorismo. Violaciones, horrendas masacres, desapariciones, tráfico de órganos, tráfico de reliquias históricas. Hasta el propio pueblo de EE.UU. ha sido víctima del accionar de sus gobernantes.
Apenas en el 2014 observamos cómo estos grupos terroristas exhibían la decapitación del periodista estadounidense James Foley, secuestrado mientras cubría el conflicto sirio, sus familiares tuvieron que ver por cámaras de televisión ese proceso tan horrendo, sin embargo no establecen la conexión de ese hecho con la política de formación de grupos terroristas implementado por su país.
Entre 1970 y 80, los servicios secretos occidentales entrenaron y armaron a grupos fundamentalistas islamistas en Afganistán para derrocar el Gobierno socialista de Najibullah Najibi. Estos grupos fueron recibidos en la Casa Blanca por Ronald Reagan.
Desaparecida la ‘amenaza’ que significó para Occidente la influencia y ejemplo de la Unión Soviética (URSS), Estados Unidos construyó un nuevo enemigo el ‘Terrorismo Islámico’.
Estados Unidos se sirve del terrorismo, es lo ocurrido en Libia, cuando armaron a grupos terroristas afiliados a Al-Qaeda para derrocar al Gobierno de Muamar Gaddafi en este país árabe.
La Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA, por sus siglas en inglés), confirmó que su país fue el creador del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), tal documento, se fundamentó en pruebas materiales, vídeos y confesiones de altos funcionarios estadounidenses que prueban la captación, entrenamiento, financiamiento y logística dado por la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés).
Tal afirmación fue ratificada por la exsecretaria de Estado y candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, cuando reveló en su primer libro ‘Hard Choices’ (Decisiones Difíciles) que ellos habían creado el Daesh para enfrentar al presidente Bashar al-Asad.
El inicio de los bombardeos rusos en Siria, el 30 de septiembre de 2015, logró desenmascarar la falsa coalición internacional contra el terrorismo liderado por Washington. En razón de pocos meses de bombardeo ruso en coordinación con las acciones en tierra de las tropas sirias, fue destruida la mayor parte de la infraestructura militar y armamento de los diferentes grupos terroristas.
Noticias difundidas por varios medios muestran cómo las autoridades militares iraquíes han culpado a EE.UU. de suministrar armas y municiones, manteniendo su práctica de apoyo al terrorismo.
La agencia local de noticias iraquí Almaalomah afirmó que ‘aviones estadounidenses enviaron armas y municiones a los terroristas de Daesh a través de la perturbación de los radares de la Policía de la ciudad de Hadisa, situada en la provincia de Al-Anbar, oeste de Irak’.
El informe del Instituto Británico de Defensa IHS Jane, tomado de la página oficial estadounidense, Federal Business Opportunities (FBO), afirma que Washington continúa enviando armas a Al-Qaeda y otros grupos extremistas en Siria.