“Las vidas de los negros importan”. Es uno de los lemas coreados en las masivas manifestaciones registradas en las principales ciudades de Estados Unidos como Nueva York, Washington, Los Ángeles y Chicago.

La muerte el pasado martes de dos hombres negros a manos de la policía, Alton Sterling muerto en Luisiana y Philando Castile en Minesota, ha reavivado la tensión racial en el país y las críticas contra violencia policial.

“Una terrible tragedia ha asolado al pueblo de Minesota, especialmente a la familia y los amigos de Philando Castile. En nombre de todos los ciudadanos de bien de Minesota, que son casi todos, presento nuestras condolencias, y expreso nuestro espanto y horror”, declaraba el gobernador de este Estado, Mark Dayton.

Castile fue detenido porque su vehículo tenía un faro roto. En un video grabado por su novia, testigo de los hechos junto a su hija pequeña, se le ve agonizar mientras el policía sigue apuntándole con su pistola y su compañera relata lo que está sucediendo.

Un día antes en Baton Rouge, Luisiana, Alton Sterling moría tras ser disparado por dos agentes cuando ya había sido reducido. Otro video, grabado por un testigo, recoge el momento de su muerte.

Imágenes que han inundado las redes sociales, provocando una ola de indignación en todo el país.