La historia de Messenger hasta su muerte a manos de Skype

  • hace 11 años
Messenger desaparecerá pronto. Atrás quedan los tiempos de zumbidos desesperantes, guiños que te tapaban toda la pantalla y conversaciones llenas de emoticonos. Aún con todo, en estos 14 años de existencia, Messenger se ha ganado un espacio en nuestros corazones. Démosle la despedida que se merece haciendo un repaso por su historia. Messenger nació en 1999, después de ICQ, AIM y Yahoo! Entonces era un pequeño, modesto y feo programa que apenas servía para mandar mensajes de texto… y poco más. Sin embargo, tenía algo que no tenían los demás: venía preinstalado en Windows. Sus usuarios crecieron rápidamente, y también sus funciones. La versión 4 de Messenger ya permitía hacer llamadas de voz, enviar archivos y usar emoticonos. Eso sí, eran… un poco feos. En 2003, Messenger y MSN – que no es lo mismo: es el portal de noticias de Microsoft- se unen y nace MSN Messenger. Esta versión cambia por completo. La interfaz se renueva, y se incluyen avatares y fondos personalizados, juegos, videollamadas y mensajes manuscritos Y parece que a sus usuarios les gusta el cambio. Messenger llega a los 100 millones de usuarios. Mientras tanto, en Estonia, los creadores de Kazaa tienen una nueva idea: Skype, un programa para llamar a teléfonos reales desde el PC. En 2006, Microsoft lo apuesta todo por Live.com, y Messenger vuelve a fusionarse y cambiar su nombre: ahora Windows Live Messenger. Sí, así de largo. Las versiones 8 y 8.5 eran básicamente lo mismo, pero con un nuevo aspecto. … pero los usuarios parecían contentos. Subían como la espuma hasta llegar a la cifra de 330 millones de usuarios en 2009. Pero todo lo que sube, tiene que bajar. Windows Live Messenger 2009 supone el inicio del fin de Messenger. Cambiaba el aspecto de nuevo e incluía los contactos favoritos, grupos y escenas. Un año después, en 2010, Microsoft lanzaba Windows Live Messenger 2011, con videollamadas en HD, mensajes de vídeo y conversaciones por pestañas. “¡Qué bien!”, exclamó todo el mundo, hasta darse cuenta de que no sería compatible con Windows XP. ¿Recuerdas Skype? Lo dejamos siendo pequeño programa de llamadas VOIP, pero en estos años ya ha llegado a los 600 millones de usuarios en todo el mundo. Ofrece no sólo llamadas, sino videollamadas, mensajes instantáneos y un montón de funciones más. En Microsoft, alguien ve la ocasión y se echa la mano a la cartera. “¡Lo compro!” Mientras tanto, los usuarios de Messenger comienzan a desaparecer. De 300 millones pasan a 200, y la cifra sigue disminuyendo. La gente comienza a migrar en masa a las redes sociales y la mensajería móvil de Whatsapp. Cuando la última versión de Messenger es lanzada, el descalabro es evidente. Es necesario mirar con lupa para encontrar cambios. No en vano, a finales de 2012, Microsoft anuncia el cierre de Messenger. Sólo había sitio para uno, y Skype será el único mensajero de Microsoft a este lado del rio Missouri. Se comienzan a integrar las redes y se promete que se mejorará Skype para hacerlo más amigable para el chat. Messenger se hace a un lado y se sacrifica por el bien común. Ofrece una actualización que, si la aceptas, le desinstalará e instalará Skype en su lugar. Este es el final de una historia que ha llenado muchas de nuestras horas de socialización por internet (menos en la China Continental). Que descanse en paz.

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