El que es el segundo hombre más buscado dentro de la investigación, después de Salah Abdeslam, es sospechoso precisamente por su relación con este último. Fue grabado con él dos días antes de la masacre en una gasolinera en las cercanías de Resson Sur Matz, en un coche que posteriormente fue utilizado para cometer los atentados.

Sin embargo, su madre y un hermano aseguran que le vieron en la casa familiar en Moleenbek, comuna de Bruselas, antes de ir a firmar el contrato de alquiler de un apartamento, extremo confirmado por otros testigos. Esto le excluiría como brazo ejecutor, aunque las autoridades recelan de sus relaciones. Tanto él como Abdeslam o Abdelhamid Abaaoud ,cerebro de los ataques, proceden de esta deprimida comuna de la capital belga, relacionada con numerosos atentados de carácter yihadista en los últimos años.